
Aquella montaña de día y de noche
Tiemblan las voces de tormento
Me gritan y llaman debo acudir?
Miro hacia atrás, las ramas secas que ya nadan esperan…
Los animales… del otro lado del estero
Pero cruzarlo significa, dejas atrás…
Todo lo que allí se ve
Cruzar el estero es el riesgo de caer
Cruzar el estero es una vida plena
Pero el abandono de lo que soy
Y las voces provenientes de la gran montaña
Me piden acudir,
Que hacer, a donde ir?
Alguna vez… volveré a estar ahí?
a kien corresponda:
ResponderEliminarno volverás a estar ahí como no volverás a estar akí.
es simple, no hay algo nuevo: todo es nuevo!
pero no porke las cosas hayan cambiado...
los ke cambiamos somos nosotros!
y no es ke esto suceda recién ahora
...estuvo sucediendo siempre.
sólo ke
el riesgo de caer hacía ke no miremos.
(ver sin mirar, oír sin escuchar.)
todo lo que allí se ve?
nada, allí no se ve nada.
lo ke vimos estaba dentro
y pensábamos ke era sólo una idea y no keríamos verlo por miedo a caer.
allí es akí.
ya no hay vuelta atrás.
lo siento,
ya no lo pienso.
Gracias por volver y comentar
ResponderEliminarQuizás tengás razón, muchas cosas siguen en bruto, pero sin esas cosas brutas no habría con que comparar a la gente inteligente y sus cosas importantes...
así hay voces que se apagan y voces que se encienden (por unos cuantos sestercios) jajajaja
¿quienes son los que se aprovechan de la codicia humana y quienes de la estupidez?
pero tu voz no creo que tenga amo.
Siempre hay restos de códigos arcaicos cuyas voces
permanecen como atavismos
por ende esas voces pueden ser no más que
una especie de señal de algunos duendes, que te piden el pago de un tributo para ayudarte a encontrar un sendero hacia un destino definitivo o algo así…
creí que estabas ofendida, pero después de leerte
y ahora que estoy de nuevo en tu casa, me siento más cerca de tus honduras